El otro día mientras realizaba el aseo de mi casa me encontré con uno de los frascos de vitaminas que el doctor le había recetado a mi padre y recordé lo mucho que le gustaba porque decía que tenía sabor a leche con vainilla y mis lágrimas no se contuvieron al recordarlo y la nostalgia me invadió.
Mi padre era un buen hombre, generoso, cariñoso y amable lamentablemente falleció hace pocos meses; él fue y sigue siendo una de las personas más importantes para mi: el Sr. Rosendo Espinoza Sánchez.
Él nació en 1934 en la provincia de Tunguragua en Rumipamba y mi abuela Rosa Sánchez dio a luz a la antigua usanza: con partera; lamento tanto que ella haya tomado esa decisión porque murió después del parto con fiebre muy alta, dio a luz a 2 bebés, eran gemelos pero solo mi padre sobrevivió pues mi abuela y su hermanito recién nacido fallecieron a causa de la misteriosa fiebre.
Mi abuelo Aurelio Espinoza no era un hombre muy cariñoso, al contrario era seco y frío por ello mi padre creció sin mucho amor de su parte; recibió amor de madre de parte de una empleada llamada Lorenza Fiallos la cual tenía un hijo llamado Luis Alfonso Fiallos mayor para mi papá con 10 años.
Mi padre consideraba a este hombre como un verdadero hermano, actualmente vive en Yanahurco cerca de un hermoso huerto de manzanas que cada verano papá solía cosechar, tiene 82 años y jamás se casó.
Mi padre creció así, solo cobijado por la dulzura y los olores que emanaban los campos de la sierra; solía contarme que iba a la escuela en la mañana como en la tarde, jugaba en aquellos caminos de tierra con un palito de madera marcando el sendero de vuelta a casa.
Su infancia fue difícil pero su juventud fue mejor, impetuoso y alegre mi padre decidió hacer el servicio militar obligatorio y fue enviado a la provincia del Guayas a la ciudad de Guayaquil. Recuerdo que en mi infancia me contaba historias asombrosas sobre el estero salado al cual él sabía ir con sus compañeros de cuartel y nadar en sus aguas.
En lo que actualmente es el Parque de Puerto Liza papá me contaba que llegaban las canoas a través de un brazo de mar que avanzaba hasta ese lugar. Ofrecían los frutos típicos de la costa y papá decía que le gustaba comprarse los mangos de chupar; mi padre solía decir que todo lo que actualmente es el sector de la Avda. Portete eran pantanos y manglares llenos de cangrejitos diminutos que se metían en la tierra debajo del mangle.
La juventud de mi padre fue buena: fiestas, serenos, bailes; de él herede ese amor por las farras y las salidas entre amigos; así transcurrió su juventud hasta que contrajó matrimonio con mi madre la Sra. Teresa Palacios Valle.
Mi mamá cuenta con nostalgia como papá solía ir a darle esos serenos nocturnos que los hombres de esta era consideran algo pasado de moda; mi padre siempre se caracterizó por ser un hombre apasionado y romántico (palabras de mi madre), la comunicación fue básica en su relación; mi madre suele contarme que a veces conversaban todo el día y toda la noche.
Mis padres procrearon 9 hijos de los cuales 7 estamos aquí siendo parte de este mundo loco, mis padres se esforzaron muchisímo para sacar a todos adelante y gracias a su esfuerzo y empeño casi todos somos parte de la sociedad trabajadora; mi padre amaba a los niños, siempre fue muy cariñoso
con las criaturas y él quería su casa llena de ellos.

Otra de las pruebas que papá tuvo que soportar fue la muerte de mi hermana Martha, ella falleció a los 6 meses de edad y mi padre casi enloquecía junto a mi madre pero de los dos él tuvo que ser el fuerte para que mi madre pudiera salir de aquella pena.
Mamá me contó que tenía constantes pesadillas en las que se levantaba gritando: La bebé, Rosendo, la bebé!! Papá despertaba asustado con los gritos de mi madre, él empezaba a gritar también ¿Cuál bebé Teresa? ¿Cuál? Ya no esta, ya se fue!! y los dos terminaban llorando.Mi padre siempre estuvo allí apoyándola en esta etapa; después de este proceso de sanación de mente y corazón, mis padres planificaron tener otro bebé pero esta vez bien calculado, ya no como los otros que vinieron porque Dios quiso (así decía mi padre) y zas!! vine yo Alexandra "la pollito" o "el conchito" en fin tuve diversos sobrenombres cariñosos que a mi no me gustaban mucho.
Mi padre siempre fue un hombre cariñoso conmigo, jugábamos, reíamos y me ayudaba con esas preguntas filosóficas que uno dice a los 5 años: ¿Te morirás algún día y me dejarás sola?; la respuesta de mi padre nunca fue clara pero con tal de escucharla de sus labios sentía una paz y la certeza de que jamás él moriría; solía responderme: "Yo viviré para semilla hija, no te preocupes".
Mi padre fue un buen padre y lo extraño cuando necesito escuchar de sus labios esa frase: "Todo estará bien, mañana es otro día y será mucho mejor que el de hoy"; últimamente no he tenido días buenos y me siento pérdida sin esa frase.
Mi padre falleció el 28 de Noviembre del 2006, al llegar la mañana mientras sostenía su mano, la sostuve toda la madrugada, quería transmitirle mi fuerza para que resista y este a mi lado más tiempo pero papa se tuvó que ir; de lo único que estoy segura es que ahora él es completamente feliz y puedo decir que siempre le dije que lo amaba y se lo repetía cada día y se lo demostraba a cada instante y solo me resta decirte:
Te amo papá, DESCANSA EN PAZ!!
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