viernes, 27 de julio de 2007

SOY YO

Escribir sobre mi vida puede sonar algo egoísta pero al final es muy probable que sea la única en leer lo que quede al final; decidí escribir en un blog ya que debido a mi trabajo (administro un cyber) ya no tengo mucho tiempo de leer o de escribir (2 pasiones en mi vida).
Mi alma y mi corazón piden a gritos desahogarse y su única manera es escribir y trasladar a papel mis sentimientos por ello siempre solía escribir un diario personal lo cual he dejado de hacer desde que mi hija Moema nació hace casi 2 años. Me parece demasiado tiempo sin escribir, sin desahogarme, sin "sacar todo esto de mi sistema"; soy de aquellas personas que no arroja fuera de sí lo que ocurre, todo lo absorbo, sea bueno o sea malo y a estas alturas estoy saturada de tanta cosa que ha acontecido en mi vida: nacimientos, muertes, soledad, separación, peleas, en fin un poco de todo.
Al escribir sobre algo que este ocurriendo en mi vida, no se asombren si a veces lo traslado a tercera persona ya que trato de colocarme en otro punto de vista para tratar de resolver la situación en la que me encuentro.
Actualmente no estoy pasando por mi mejor momento, siento nuevamente que mi vida cae por un agujero negro y del cual me esta costando salir pero mi lucha continua ya que tengo motivos poderosos para surgir: Moema mi hija, ella es mi alegría constante y también mi dolor de cabeza cuando hace demasiadas travesuras pero al final no concibo la vida sin ella.
Mi vida es una acumulación de historias y de personajes que poco a poco iré exponiendo en este blog, cada personaje con su historia y su relación en mi vida.
Les haré un breve resumen de la mía: Nací en Guayaquil un viernes 10 de Junio de 1977, no me pregunten la hora porque se me olvido, mis padres y todos mis hermanos nacieron en la provincia de Tungurahua, una linda provincia clavada entre los Andes a la cual solía ir a pasar mis vacaciones junto a mi padre y mis hermanas.
Mi infancia fue feliz no solo por tener padres maravillosos sino que debido a mi rango (la menor de 7 hermanos) fui de cierta forma la más mimada y consentida por cada miembro de la familia; obviamente refiriéndose a padres, tías, primas porque con mis hermanos la relación fue buena pero ya saben con las típicas peleas de hermanos que van sazonadas de coscorrones y jaladas de oreja que me toco aguantar.
Mi adolescencia pues se tornó algo complicada para mi mamá ya que mi papá se distanció de nosotros debido a su salud, como vivíamos en Guayaquil a papá le afectaba mucho el clima caluroso a una úlcera que tenía en su pie, específicamente en un costado de su pie izquierdo.
Iba a Ambato a pasar los meses más calurosos pero con el pasó del tiempo esos meses se tornaron años y venía rara vez a casa, era desconcertante para mí ver a mi mamá llorar todo el tiempo (ella lo extrañaba demasiado) y obviamente mamá andaba de mal genio todo el tiempo y yo que siempre había tenido por respuesta un sí ahora obtenía solo NO!! y mi rebeldía no se hizo esperar.
Considero que fue una época de reflexión y aprendizaje mi adolescencia; maduré un poco, creo que en la actualidad aún me falta crecer emocionalmente pero todo llegará a su debido momento.
Gracias a Dios sobrelleve esa etapa de mi vida porque inclusive atente contra la misma, algo que talvés cuente en un futuro en otra entrada. La llegada a la Universidad fue una excelente época, todo era perfecto: bonita, popular e inteligente; no podía pedirle más a la vida en ese momento pero si pedí más: AMOR!
Algo que creí haber vivido pero realmente no fue así, en todo este proceso de popularidad y deseos desenfrenados de independencia cuando trabajaba en el Hotel Hilton Colón de Guayaquil conocí en Expoplaza a un chico que un adivino me había pronósticado sería el amor de mi vida.
Fue un cruce de miradas y de palabras, es muy gracioso como nos conocimos pero aquella noche un beso que pensé que sería el primero y el último que le daría a un extraño que con paciencia de sacerdote escuchó mis problemas esa noche. Quería hablar, tener un amigo al cual decirle mis penas, mis dudas, abrí mi corazón y mi alma aquel extraño y él tan bello, escucho y meditaba junto a mi, mis problemas como si realmente se interesaba en ellos.
Al despedirme le obsequie un beso: sencillo, agradecido y lleno de cariño por su paciencia y me senti aliviada, desahogada y pensé que sería fabuloso tener a alguien así con quien poder charlar. Los días pasaron y desde aquel encuentro recibía mensajes a mi bipper de un misterioso personaje llamado Luiz pero no imaginé que era aquel joven que me escucho aquella noche; hasta que el día de mi cumpleaños apareció en las puertas de la universidad con rosas rojas y diciendome que me ama.
Estaba perpleja pues él asumió un noviazgo a partir de aquel beso que le entregue, tan solo pensé: ¿porque no?; me daré una oportunidad a su lado, era un amor inesperado y a la vez tan cercano (como dijo el adivino) vivía a una cuadra de mi casa y jamás lo había visto antes.
Su amor era genuino, amaba su sonrisa pues era como la de un niño pura y transparente, llenaba de alegría mi corazón y empecé a darme cuenta que eso era amor, aquello que decían los poetas cursis: amor es aquello que hace latir tu corazón con tanta fuerza que sientes deseos de llorar y de reír y al final no sabes que hacer pero es tanto el gozo que no quieres que acabe jamás.
Luiz me hizo sentir el amor verdadero, ese que te lleva hasta la cima del cielo y no te deja caer, ese amor sano que te cura de todo mal. Al año de habernos conocido decidimos casarnos pero mi mamá no estaba de acuerdo amenazó con quitarme el apoyo en mis estudios y no podía perder todos esos años de esfuerzo y le pedí a Luiz 3 días antes del matrimonio que comprenda y gracias a Dios se le pasó rápido el enojo; pero no duró mucho ese asunto ya que igual nos veíamos todo el tiempo y mi mamá aceptó que me casé 4 meses más tarde antes de que viaje a Cuba por cuestiones de la universidad. Me casé un 7 de Octubre de 1998 sin mucha algarabía, algo rápido pero era al final lo que queríamos: estar juntos.
Desde el día que nos casamos hemos pasado tantas cosas juntos: viajes, mudanzas, hemos empezado como 4 veces desde cero y nos caemos pero volvemos a levantarnos. Buscamos mejor futuro en su país Brasil, mi esposo es brasileño de nacimiento pero ecuatoriano de corazón; fue triste nuestra estadía allá, sobretodo para mí pues la nostalgia minaba la alegría de mi corazón.
Extrañaba demasiado a mi familia que no son perfectos pero los quiero mucho, mi esposo no tenía ese problema, él estaba feliz de haberse alejado de su madre pues es una mujer demasiado problemática, esa historia la contaré más adelante.
Decidimos volver y nuevamente empezar pero esta vez ya no queríamos estar "solos" decidimos traer una alegría a nuestras vidas y planificamos cuidadosamente a nuestra pequeña hija Moema. Ella sería nuestro motivo para seguir y empezar de nuevo, por ella decidimos poner un negocio con su nombre: "El Cyber de Moema" el cual lo administraba antes mi esposo pero por razones económicas poderosas buscó otro trabajo y actualmente soy yo la que lleva la batuta.
Todo el tiempo Moema esta conmigo pues no confío en nadie para dejarla; obviamente mi madre sería la persona ideal pero ella ya mismo llega a los 70 años y no quiero cansarla con las travesuras de mi hija; mi mamá ya crió a 7 muchachos, Moema es mi responsabilidad así que la cuido yo.
Bueno ese es un breve resumen de mi vida y más adelante expondré más historias y personajes que forman parte de ella.

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Guayaquil, Guayas, Ecuador
Creativa, despistada, siempre sonriente, algo olvidadiza pero por culpa del trabajo. Extrañando siempre...pero aún no se que!