jueves, 6 de septiembre de 2007

LA TRISTEZA


Las palabras desaparecen de mi mente justo en el momento en que un nudo se forma en mi garganta y solo mis ojos desean expresar lo que estoy sintiendo a través de las lágrimas.
Hay días como el de hoy: oscuros y sin alegría, días que transcurren lentos como si no desearán morir al esconderse el sol, días en que el corazón se pone pesado y no late con mucha fuerza y la mente no quiere pensar porque hasta eso duele.....duele recordar!
No les ha pasado en que hay días en quieres tomar a la vida y hacerle saber al mundo de que existes pero sobre todo a "alguien en especial" y te llenas de luz y de vida pero es necesario un minuto de discordia, o tan solo un comentario que lastima para arrugar al corazón y hacer arrepentir al alma de que ese día haya amanecido.

Pues hoy es uno de esos días para mí: nefasto y sin sentido, triste y melancólico, en el cual quisiera desaparecer y no dejar huella de mi presencia en esta tierra pero ya no puedo hacer eso....ya no; mi huella ya esta aquí y no me arrepiento de ella: mi huella se llama Moema.
Ella se da cuenta de mi tristeza, fija su mirada en mí, siento que me observa, siento que en su pequeña cabezita se pregunta ¿que ocurre?
Trato de fingir una sonrisa pero ella no me cree y me dice: upi, mami...upi! y quiere que la cargue, lo hago y ella se apodera de mi rostro con su manos y empieza a sujetarme hacia ella para darme un beso en la frente, otro en la punta de la nariz, uno en cada mejilla y finalmente uno en mi barbilla y ella dice: listo! y sonríe.
Con esa maravillosa sonrisa que llena mi corazón, entonces me doy cuenta de que ya no es igual que antes; cuando la tristeza me asolaba y no tenía el consuelo de alguien que me demostrara genuino cariño, ahora es tan diferente!!

Ella esta siempre conmigo, jugamos, peleamos y allí seguimos...juntas!!
Entonces en ese instante sonrío y ya no es fingido, es una sonrisa verdadera y ella la creó, se baja de mi regazo y me toma de una mano y me invita a jugar y voy con ella y mi tristeza comienza a desaparecer.

Te amo Moema por como eres, gracias hija por tu alegría, gracias por quererme tal como soy.


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Guayaquil, Guayas, Ecuador
Creativa, despistada, siempre sonriente, algo olvidadiza pero por culpa del trabajo. Extrañando siempre...pero aún no se que!